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Esencias Florales

Las Esencias Florales corresponden a la categoría de remedios naturales. De hecho, la Organización Mundial de la Salud, reconoció el uso médico de los remedios florales, por tratarse de un sistema natural y sin efectos secundarios.

Corresponden a información vibracional de flores, contenida en agua y preservada con coñac o brandy.

La terapia floral que se ofrece a las personas, se entrega en un formato que corresponde a un frasco de vidrio que contiene un gotario, con capacidad para 30 cc. de esencia floral de Bach u otros sistemas florales; a tomar vía oral, para tratar alguna situación emocional, que en particular aqueja al paciente, tales como miedos, angustia, soledad, desesperación, estrés, cansancio, apatía, etcétera.

La solución de esencia floral debe ser preparada por un profesional acreditado para dicha práctica. Lo ideal es que las esencias florales sean tomadas bajo el control de un terapeuta floral, quien es el profesional que acompaña a la persona, en el proceso terapéutico de cambio y mejoría.

Para tratarse con esencias florales, no se necesita estar enfermo o tener problemas graves. Esta terapia nos puede ayudar a estar más conscientes de lo que nos pasa, de lo que sentimos, y por lo tanto, a ser más felices.

Beneficios:

  • La Esencia Floral No invasiva
  • Sin contraindicaciones, ni efectos secundarios.
  • No produce adicción, ni acostumbramiento.
  • Puede ser aplicada en bebes, embarazadas, niños, adolescentes, adultos, y también en mascotas y plantas.
  • Las esencias florales provocan un efecto de apertura de conciencia (ayudan al proceso de comprensión de la realidad y de autorreflexión).

Algunos Usos: por ejemplo, como complemento en tratamientos de:

  • Déficit atencional
  • Angustia
  • Ansiedad
  • Trastornos alimenticios
  • Trastornos conductuales
  • Hiperactividad
  • Crisis de pánico
  • Depresión
  • Adicciones
  • Duelos, etcétera.

En niños, se ha visto buenos resultados ante situaciones tales como:

  • Llegada de un hermano
  • Cambio de jardín
  • Timidez
  • Temores nocturnos o pesadillas
  • Control de esfínteres
  • Entrada al colegio
  • Irritabilidad o agresividad
  • Celos, etcétera.